Efímera nieve

     La mañana ha traído un sol festivo, inesperado después del abrazo de Filomena que se ha ido bajo la promesa de extender su manto de hielo para perpetuar el rastro de Jadis a su paso por este Madrid, ya poco acostumbrado a las inclemencias invernales.  

     Todavía sorprendidos por el acontecimiento y sin recuperar la normalidad en la que nos movemos, la ciudad se tambalea entre calles unificadas de blanco, obstáculos de ramas caídas y ausencia de coches; todos náufragos, sin servicios de primer mundo,  viviendo la experiencia de estar a merced de los elementos y sin ventanilla a la que reclamar responsabilidades, mientras bajo un azul limpio y desafiante, los tejados se resisten a perder su nupcial manto, inútil esfuerzo, poco a poco se deslizará su ropaje hasta que deshechos en lágrimas recuperen la desnudez perdida.

8 comentarios en “Efímera nieve”

  1. He recorrido tu casa y me ha encantado el paseo. Enhorabuena! Sé bienvenida al mundo virtual de quienes amamos la escritura. En él vas a iniciar un viaje apasionante que te robará todo el tiempo de que dispongas y más aún, vas a encontrar amistades que traspasan la pantalla y la literatura para formar parte real de tu vida. Te deseo un buen viaje. Nos leemos. Un abrazo.

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