SOPLAR AL CIERZO es un libro de relatos ubicados en un pequeño pueblo de Aragón. Aunque pueden ser leídos de manera independiente, forman un conjunto de cuentos, o historias, que se ensamblan con matices de novela. SOPLAR AL CIERZO habla de personajes que se enfrentan con temas que tienen que ver con la soledad, la despoblación, las creencias religiosas, la presencia de inmigrantes, la política, pero también con sus amores reales y figurados, sus secretos, sus sueños, los cotilleos cotidianos del pueblo, los nuevos inversores, etc. Todo enmarcado en un entorno ancestral donde el CIERZO es un personaje más y hace de hilo conductor en ese transcurrir del día a día que conforma el vivir de los personajes.
En SOPLAR AL CIERZO la autora observa la vida de los habitantes del pueblo, y la mirada del narrador construye a partir de lo cotidiano un emotivo retrato humano, de enorme realismo poético. Sus historias hablan al lector de cómo esa vida rural, realista, se mezcla con los sueños y las ensoñaciones a fin de aceptar los cambios ineludibles que trae el futuro.
Las historias de SOPLAR AL CIERZO pueden extrapolarse más allá de su espacio natural y social, y de su ubicación en un medio rural, dada la universalidad de sus argumentos, tan antiguos y actuales como la propia vida.
La portada del libro es: Pueblo de Aragón, de la pintora zaragozana Pilar Sagarra.